No todo el mundo puede permitirse dejar un trabajo para opositar, y aunque pueda ser costoso, y mucha gente lo vea como algo imposible, se puede opositar y trabajar al mismo tiempo. Sólo hay que mentalizarse que nuestro día a día va a ser un poco más distinto de lo que era, pero los resultados pueden ser gratificantes.
Pensar que tienes que estudiar después de haber trabajado durante horas puede agotarte, pueden surgir muchas dudas de si lo vamos a conseguir o no, incluso podemos llegar a rendirnos. En esos momentos de duda es cuando hay que pensar en el por qué queremos sacar esa oposición adelante, porque queremos un puesto de trabajo mejor, porque queremos una mejora económica, conseguir el trabajo de nuestros sueños o simplemente por querer superarnos a nosotros mismos.
A continuación, os vamos a contar 3 claves importantes para conseguir vuestros objetivos:
- Motivación, la vamos a tener que llevar con nosotros en esta etapa. Es la herramienta imprescindible para ir hacia arriba. Siempre que te levantes o vayas a ponerte a estudiar recuerda cuáles son tus objetivos para darte un chute de “automotivación”.
- Constancia, tenemos que trabajar día a día, tener una rutina de estudio, esto nos llevará a tener excelentes resultados.
- Organización y Planificación: es muy importante conocer bien tu temario y poder organizarlo de tal manera que puedas llevar un orden. Al trabajar, vas a tener menos tiempo de estudio entre semana, puedes dedicar entre dos y cuatro horas, con sus respectivos descansos, y poner más tiempo los fines de semana.